Andy Bick anotó una habitación de hotel para Fey y Zebatlas. Fey no perdió tiempo y se arrodilló, tomando ansiosamente el miembro palpitante de Zematlas en su boca. Zebblas correspondió, dándole placer hábilmente a Fey antes de participar en un revolcón salvaje y apasionado. Los gemidos de Fey resonaron mientras Zebatelas la tomaba por detrás, culminando en una liberación satisfactoria.